La Figa representa el carácter calizo de la roca de Montsant. Es un vino extremadamente mediterráneo, al que la altitud le ha aportado frescura. Muestra aromas de fruta roja, como la cereza, y negra, como la ciruela. También encontrarás notas de pimienta negra y blanca.
En boca es redondo y profundo, de tacto aterciopelado y con una persistencia balsámica notable.